Con 21 años recién cumplidos, Jackie Estacado es un muchacho como cualquier otro. Trabaja en el negocio familiar bajo el mando de su tío, es muy hábil con sus herramientas de trabajo y tiene una pequeña deformidad casi imperceptible en su cuerpo. Está bien, puede que el negocio familiar resulte ser el clan mafioso más grande de New York y su tío Paulie sea el jefe de dicha mafia, tal vez sus herramientas sean escopetas y ametralladoras, y es posible que su deformidad consista en dos tentáculos con colmillos y vida propia que salen de su espalda, pero esos son detalles insignificantes. Tal como dije, es un chico perfectamente normal. Solo otro día en el trabajo Que hablen las armas The Darkness es un juego desarrollado por Starbreeze Studios y lanzado en PS3 y Xbox 360 en el año 2007. Es un FPS muy violento e intenso, con elementos de horror sobrenatural y lenguaje abundante en groserías, basado en un comic del mismo nombre. La historia trata sobre Jackie y su sed de venganza, luego de que su tío Paulie lo haya intentado matar por haber fracasado en un trabajo. En realidad Paulie no es su tío biológico, sino que nuestro héroe creció en un orfanato y fue adoptado por él, para unirse a su familia mafiosa y hacer los trabajos sucios (matar, extorsionar y cobrar dinero turbio, básicamente). Al ser traicionado, Jackie deberá enfrentarse no solo a su tío, sino también a la policía de New York y especialmente al capitán Eddie Shrote, un tipo completamente corrupto que tiene lazos con la mafia. Para lograr su objetivo Jackie dispone de un arsenal (no muy amplio) de pistolas, escopetas y ametralladoras. Estas armas se sienten muy bien, aunque hubiera estado bueno ver un poco más de variedad. El tema de la munición es algo confuso, porque no hay un indicador muy claro de cuántas balas quedan en el cartucho (y cuando aparece, no permanece durante mucho tiempo en la pantalla). Además la recarga funciona de forma diferente a la mayoría de los shooters existentes, ya que al recargar se pierden las balas que no se hayan utilizado del cartucho actual, por lo que suele ser mejor dejar que el juego recargue automáticamente al vaciarlo. Estrictamente hablando, «recargar» no es el término apropiado para el caso de las pistolas, porque lo que realmente hace Jackie es arrojar el arma vacía y desenfundar otra de la colección que fue armando al recoger las que soltaron sus adversarios. Un detalle muy piola es la posibilidad de disparar cada arma individualmente, una con cada gatillo del gamepad, cuando se sostiene una en cada mano, tanto en el caso de pistolas como de las SMG (cada una tiene su propio cargador). La oscuridad venció a la luz Como si no fuera suficiente con el buen «feeling» de las armas, The Darkness también nos pone al mando de la criatura que le da nombre al juego. La Oscuridad es un ser viviente y maligno, que se manifiesta en algunas personas al cumplir 21 años y les provee poderes sobrenaturales. Esto significa que el jugador va a ir desbloqueando poco a poco el acceso a estos poderes, que incluyen tentáculos para atacar y la posibilidad de crear agujeros negros que succionan enemigos y los destruyen (sí, es tan bueno como suena). ¿Les sigue pareciendo poco? A los muchachos de Starbreeze se ve que sí, porque también incluyeron unas criaturas (llamadas Darklings) que se pueden invocar desde unos portales esparcidos por los diversos niveles y cumplen distintos roles, todos relacionados con la ofensiva y supervivencia. Personalmente no las encontré demasiado útiles, pero como invocarlas no cuesta absolutamente nada, nunca está de más hacerlo, y siempre se puede contar con utilizarlas como carnada para distraer a los oponentes mientras se los llena de plomo. Acá se puede criticar la inteligencia artificial de estos bichitos, que muchas veces se paran en la línea de fuego y se dejan aniquilar sin siquiera intentar defenderse. Hay una opción para hacerlos avanzar a donde está apuntando la mira, pero no es raro que decidan ignorar esos comandos, o quedarse bajo la luz y evaporarse. Tentáculos y doble pistolas, un cóctel letal En toda pelea es necesario no descuidar la defensa, y para ello la Oscuridad nos brinda un escudo que protege del daño producido por armas de fuego. Al ir recibiendo disparos va consumiendo energía oscura, que se puede rellenar comiendo el corazón de los enemigos (¿mencioné que este juego era muy violento?) o consumiendo sombras. Pero las sombras no solo sirven para regenerar la energía, sino que además son la clave para el buen uso de los ataques. Al estar expuestos a la luz, la energía se consume velozmente e impide utilizar los poderes, por lo que es conveniente destruir todas las fuentes de luz que haya y refugiarse en las zonas oscuras. Esto genera una dinámica muy copada y evita que el juego sea un shooter más del montón, al obligarnos a pensar estratégicamente y usar el escenario no solo para cubrirnos, sino también para escondernos y sacar el mayor provecho posible de las posibilidades que nos brinda nuestro pequeño amigo maligno. Cabe mencionar que Jackie no es capaz de resistir muchos disparos de manera normal, y esto hace que usar bien el escudo y cuidar su nivel de energía sea fundamental en los tiroteos más intensos. Las arterias de New York La ambientación de este título es increíble, brindándonos una New York reducida que podemos recorrer a gusto, con áreas interconectadas por medio de unas estaciones de subte. La ciudad está llena de graffitis (que nada tienen que envidiarle a los reales) y posters de películas, obras teatrales y otras publicidades. Las áreas no son muy grandes, y al circular entre ellas se sufre lo que considero el principal (y prácticamente único) defecto de este juego: los tiempos de carga. En las transiciones hay pequeñas escenas entretenidas que muestran a Jackie preparándose para el combate, dando su opinión sobre la zona en la que acaba de ingresar o narrando lo que está ocurriendo en la historia, pero al terminar siempre aparece la temida barra de carga, que nos obliga a esperar para poder continuar la aventura. Lamentablemente estas esperas demoran bastante, entre 15 y 20 segundos, lo que hace que recorrer la ciudad para completar algunas misiones se vuelva un proceso más lento de lo necesario. De todas maneras estas escenas le agregan personalidad al juego, logrando que los tiempos de carga se puedan soportar un poco mejor, a pesar de que después de un rato las mismas comienzan a repetirse. En algunos momentos es posible cruzarse con personas que necesitan algún favor, brindándonos unas side quests opcionales para distraernos momentáneamente de la historia principal. Aún así el juego no es sandbox; más bien lo definiría como una aventura lineal en un mundo (semi) abierto, con un hub que se puede recorrer a gusto y misiones situadas en un área en particular (generalmente son secciones a las que no se vuelve a acceder una vez completado dicho objetivo). El simulador del Metro de New York más realista de la historia Si hay algo que se le puede criticar a The Darkness es la poca variedad de enemigos. A lo largo del juego se siente como si uno estuviera luchando contra la misma persona, clonada una y otra vez. Se pueden contar con los dedos de una mano aquellos que son más poderosos o resistentes; casi todos mueren con un par de tiros y poseen las mismas armas. Igualmente eso no significa que vencerlos sea fácil; por el contrario, hay un par de partes que se vuelven frustrantes por la gran cantidad de disparos que se reciben de todas direcciones, y la falta de cubierta en donde resguardarse. Por un lado es realista el hecho de que no haya ningún boss que sea capaz de sobrevivir a 20 cargadores de AK47 antes de morir, pero por el otro estamos hablando de un juego en el que el personaje principal puede controlar unas serpientes que salen de su espalda y hacer que ataquen a otra gente: hay elementos sobrenaturales dentro del marco de un mundo ordinario, y un jefe más duro no habría estado muy fuera de lugar. Sea como sea, el juego logró engancharme de principio a fin y no me pareció aburrido en ningún momento, ni siquiera al recorrer las calles desiertas luego de un enfrentamiento para llegar a la siguiente misión. Como los enemigos en la ciudad no respawnean, después de limpiar las calles el jugador no se vuelve a cruzar con nadie peligroso fuera de las misiones, salvo con algún ocasional NPC inofensivo que puede llegar a recitar algunas líneas de diálogo. Si uno pasa mucho tiempo sin volver a la historia es probable que comienze a extrañar los enfrentamientos, y realmente habría estado bueno que cada tanto fueran apareciendo nuevos policías a los que atacar. En una ocasión un NPC random intentó asaltarme y me vi forzado a dispararle, lo cual fue una linda interacción pero que desafortunadamente no volví a ver en ningún otro momento. Hay que admitirlo, este juego no escatima en sangre Debajo del capot Gráficamente tengo que elogiar el buen trabajo realizado. A pesar del notorio aliasing, la baja calidad de algunas texturas y la mala resolución (la caja de la versión de PS3 promete 1080p, pero por la borrosidad es evidente que no es así), los escenarios se ven muy bien y le dan vida a esta New York nocturna. Para tener 7 años de antigüedad, los gráficos se mantienen muy bien hoy en día, con poco y nada de screen tearing. Incluso tiene una muy buena implementación de lo que se conoce como «full body awareness»: mostrar el cuerpo del personaje en primera persona, interactuando con el entorno. Al acercarse a una pared Jackie levanta el arma, o mueve los brazos para poder apuntar por encima de obstáculos, y al mirar hacia abajo se ven el torso y las piernas. No muchos juegos tienen eso, y para mí siempre es algo que aporta mucho a la inmersión. El apartado sonoro también está muy bien realizado, aunque no me sorprendió tanto como la calidad gráfica. Por desgracia no puedo opinar sobre el modo multiplayer, porque al momento de jugarlo no había nadie conectado y me resultó imposible encontrar una partida, lo cual es lógico: muy pocos juegos alcanzan los 7 años de edad con una comunidad online activa, y cuando ocurre casi siempre es en PC, no en consolas. Una cosa que me gustó fue la gran cantidad de contenido desbloqueable que trae. Desde fascículos de comics (no solo de The Darkness, sino otros derivados o de los mismos creadores) hasta imágenes de las distintas etapas del desarrollo, pasando por fragmentos del guión y arte conceptual. Son extras que suman a la presentación, y al que le interesen los detrás de escenas de sus videojuegos preferidos o las fuentes en los que se basan esto le va a resultar interesante. Aunque parezca mentira, la tele tiene varias películas y series completas que Jackie se puede quedar mirando Para terminar esta review no quería dejar de destacar el buen diseño que tienen varios de los personajes, especialmente la novia de Jackie. Cada uno tiene su propia personalidad, algunos más agresivos y otros más precavidos; hablando de forma poética, podría decirse que Jenny se caracteriza por ser una luz para Jackie en medio de un mundo sumido en la oscuridad. Donde otros ven a un asesino a sueldo, ella ve un novio cariñoso y atento. El juego sabe aprovechar las oportunidades que tiene para mostrar la relación romántica de esta parejita, y le permite al jugador experimentarlo por sí mismo en lo que podría considerar la escena más tierna que jamás haya visto en todos mis años de vicio. Porque aunque uno encarne a un tirador hábil poseído por una fuerza demoníaca que además es miembro de una poderosa mafia, no todo es violencia en la vida. Y es en estos pequeños momentos cotidianos en los que se hace posible apreciar el maravilloso trabajo que hicieron estos desarrolladores. Porque un FPS competente lo puede crear prácticamente cualquiera que tenga un poco de talento y sepa lo que hace; pero un mundo que parezca vivo, resulte atrapante y, sobre todo, sea creíble es algo no muchas veces visto y digno de elogios. Que tiene sus defectos no lo puedo negar (la trama es un poco confusa por momentos; no hay trophies en PS3 aunque tenga logros dentro del juego; algunos diálogos durante las batallas son solapados por los gritos de los enemigos), pero las cosas que hace bien están tan bien logradas que no puedo hacer otra cosa más que ignorarlas y dedicarme a disfrutar de la experiencia. Si tienen la posibilidad de jugarlo yo les recomiendo hacerlo; The Darkness es un título brillante y vale totalmente la pena.